A la OMS le encanta la reducción de daños, pero no para los fumadores
Teníamos un sueño... Soñábamos con una publicación exhaustiva que pusiera de relieve los mejores ejemplos de políticas y enfoques de reducción de riesgos en enfermedades no transmisibles (ENT) y cómo podrían influir en el control del tabaco.
En este sueño sobre NCD best-buys estaba esto recientemente publicado Informe de la OMS sobre el sodioque no aboga por la prohibición de la sal, a pesar de que su consumo excesivo provoca un aumento de la presión arterial y del riesgo de enfermedades cardiovasculares y se asocia a 1,89 millones de muertes al año. Esta publicación ofrece a los responsables políticos medidas alternativas con base científica que evitan un enfoque prohibicionista.
En nuestro sueño había otro nuevo informe de la OMS. Se trataba de seguridad vial. Alrededor de 1,3 millones de personas mueren y millones más resultan heridas o discapacitadas a causa de accidentes de tráfico cada año. En lugar de prohibir la circulación de automóviles, motocicletas, autobuses y otros vehículos, la OMS, junto con sus asociados, pide que se adopten políticas encaminadas a aumentar el uso del cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantil. En otras palabras, la OMS aboga por reducir los daños. En la publicación recuerdan otras medidas destinadas a reducir los riesgos, como la introducción de límites de velocidad, la creación de infraestructuras más seguras, la aplicación de límites de concentración de alcohol en sangre durante la conducción y la mejora de la seguridad de los vehículos.
Luego nuestra imaginación, impulsada por R.E.M., se trasladó a publicaciones que animarían a la gente a abandonar los factores de riesgo más tóxicos y sustituirlos por alternativas mejores. Y entonces esta OMS informe sobre la sustitución de los ácidos grasos trans por aceites y grasas más saludables apareció. En él se ofrecen orientaciones para encontrar los mejores aceites de sustitución de los ácidos grasos trans producidos industrialmente y para diseñar y aplicar estrategias de fomento del uso de alternativas.
Y entonces nos despertó bruscamente una notificación en Twitter de la cuenta del CMCT invitándonos al lanzamiento de su nueva publicación. Y el hechizo se rompió. Porque ya sabemos que no podemos esperar un enfoque similar de reducción de daños cuando se trata del tabaco. Una vez más, oiremos quejarse de que no existen alternativas más seguras al tabaco y que los productos del tabaco y la nicotina deberían prohibirse. Pero no los cigarrillos.
¿Por qué la OMS no puede mirar sus propios ejemplos, como en nuestro sueño, y ver que su obstinada postura sobre el tabaco no tiene sentido?
En palabras de Martin Luther King "debemos aceptar la decepción finita, pero nunca perder la esperanza infinita".