El Director General de la Organización Mundial de la Salud ha nombrado un nuevo equipo directivo tras su reelección el año pasado. Naturalmente, nos interesa saber quién ha recibido el encargo de supervisar los futuros esfuerzos de la OMS en relación con el tabaquismo y la nicotina.
Según Observatorio de Política Sanitariala persona designada es Dr Jérôme Salomon de Francia, que ocupará el cargo de Subdirector General de Cobertura Sanitaria Universal y Enfermedades Transmisibles y No Transmisibles. Copwatch considera prudente que se compruebe la idoneidad de sus credenciales para un cargo tan importante, por lo que hemos investigado su historial.
En primer lugar, parece que las matemáticas le suponen un reto. En 2019, en su cargo de director de la Dirección General de Salud (DGS) apareció en Televisión francesa afirmando con seguridad que la mitad de los estudiantes franceses de secundaria consumen vapeadores y que uno de cada seis lo hace a diario. Para vergüenza de Jérôme, esto no hizo más que acentuar su confusión.
Como explica VapolitiqueLa afirmación de Jérôme no se refería a una, sino a dos encuestas diferentes. El 50,3% de los estudiantes de una sola ciudad, Saint-Etienne (Francia), afirmaron haber experimentado con el vapeo, pero Jérôme no mencionó que el estudio también registró que sólo el 3,6% lo hacían a diario. La encuesta de Saint-Etienne tampoco concuerda con los datos nacionales, que muestran un menor uso del vapeo a escala nacional.
Su afirmación de que uno de cada seis fumaba a diario es posiblemente más vergonzosa. Aunque el estudio del Observatorio Francés de la Droga y las Toxicomanías (OFDT) se aplicó en toda Francia, el porcentaje de adolescentes que Jérôme citó sólo se registró como vapeadores una o más veces, no diariamente. Estamos seguros de que se trata de un error compuesto por un malentendido de los datos y que, por supuesto, no estaba mintiendo a la opinión pública.
Más tarde, Jérôme generó controversia con su papel en los esfuerzos de Francia en COVID-19. En 2018, tuvo ordenó la destrucción de mascarillas para ahorrar dinero, lo que supuso que, cuando se declaró el virus, el país sufriera un desabastecimiento. El tribunal administrativo de París descubrió que, en lugar de admitir el error, Jérôme ordenó cambiar un informe científico para justificar su decisión. Esto llevó a un senador a comentar que "ante la escasez de mascarillas, en lugar de decir la verdad, el gobierno enmascaró la escasez".
Tras sobrevivir a ese escándalo, Jérôme se dedicó a profundizar en su labor de extinción de los productos vaping como medio para dejar de fumar. Entre 2016 y 2019, las tasas de tabaquismo cayeron en picado en Francia gracias a la aparición del vapeo. El Gobierno reaccionó incluyendo el vapeo en su evento anual para dejar de fumar, Mois Sans Tabac (Mes sin tabaco). Organizaciones de consumidores fueron reclutados para dar consejos de expertos sobre cómo el vapeo puede ayudar a los fumadores a dejar de fumar, algo comprensible si se tiene en cuenta que el vapeo se ha convertido en el método más popular para dejar de fumar.
Jérôme asumió el cargo de jefe de la DGS en 2018 y procedió a revertir este progreso. Creó un comité para debatir el control del tabaco en Francia y se opuso personalmente a la participación de los grupos de consumidores en el proceso sin dar ninguna justificación. En 2022, Mois Sans Tabac siguió adelante sin ninguna mención a los productos de vapeo, erradicados eficazmente con el tiempo por Jérôme. La asociación de consumidores La Vape Du Coeur comentó"¿Cómo es posible que el medio más popular (y más eficaz) de reducción de riesgos haya estado tan oculto durante este mes emblemático de la lucha contra el tabaco?", habiendo sido abrazado desde 2016 anteriormente.
En resumen, el nuevo responsable de la política sobre tabaco y nicotina de la OMS ha demostrado que es incapaz de entender la investigación cuantitativa, está dispuesto a maquillar los datos científicos para ocultar hechos inconvenientes, se niega a escuchar a los consumidores y se opone ideológicamente al vapeo a pesar de su historial de reducción de las tasas de tabaquismo en su país.
Jérôme encaja perfectamente en la OMS. Pero para el bien de la salud pública mundial, no tanto.